Descarne
Todo aquello que
permanece y no puede ser explicado, evitado y es silenciado.
La personificación
de lo inevitable, la necesidad, la compulsión y lo ineludible de ciertos
procesos vivenciales, construyen explosiones monstruosas e informes en el ser.
Con el tiempo y en
ocasiones, dichas experiencias crecen desmesuradas y silenciosas, con una
especie de pudor revelado y controlado.
Imposibilitados desde
un conocimiento exterior, llegar a la experiencia íntima de quien lo padece, el
lenguaje del arte irrumpe su dominio limitado.
En este misterio
profundo, quitar [al hueso o la piel] la “carne”, quitar parte [de una cosa],
desmoronarla, puede ser un paroxismo riesgoso; un peligroso descarne.
Estas
consideraciones son necesarias si
queremos precisar el sentido de estos cuatro artistas que hoy se presenta en la
galería LOEWENTHAL.
Cuatro artistas que
refugiados en el pasado, a veces oculto por una
perversa cadena de inequidades o engendrado por una excitación extrema
de afectos, indagan a modo de posible explicación órfica, aquellas
conductas que parecerían haber sido dadas como bien o castigo.